Se va un disco pero pronto vendrá otro. La Vela Puerca se despidió por un tiempo de los escenarios para entrar a grabar el sucesor de “Piel y hueso”. El predio Mandarine Park, en Punta Carrasco, fue la sede de una velada muy fría, pero que estaría en alto a pura fiesta ‘charrúa’: los encargados de calentar las tablas eran los chicos de Abuela Coca que se mostraron decididos a mostrar su estilo. 

De apoco las inmediaciones del lugar se iban vaciando, mientras los curiosos se acercaban a ver al grupo liderado en voz por el carismático Gonzalo “el negrito” Brown. Entre aires de ska, reggae e incluso rap, interpretaron “El artesano”, “El ritmo del barrio” e incluso se animaron a revolver el cajón del año 97 y hacer “Roberto” con muchísima aceptación del público.


Cerca de las 21:30 las luces se apagaron por completo y el ‘vamos la vela de mi corazón’ quedó completamente tapado; “Claroscuro” dio el inicio a un show más que cargado de energía. De apoco las banderas fueron colmando el campo y rápido se pusieron a saltar al ritmo de “Llenos de magia”.

Entre Cebolla y el Enano parecía que jugaban a ver quién era más hiperquinético, y es que la respuesta de los presentes ante una lista bastante nostálgica, claramente pudo con ellos. Avivando una y otra vez el fuego le siguieron “El Huracán” y “Por dentro”.


“Buenas noches! Muchas gracias a todos por venir”, rompió por fin el hielo esa misma persona que ahora tenía la barba más larga que de costumbre, chaqueta y una boina… algo así como desfachatado a medias. “Un frasco” logró calmar un poco a los eufóricos en un clima que parecía sacado de una película: además del escenario, pudieron contemplar un avión que acababa de despegar y que los vigiló unos instantes desde el cielo.

“Todo el karma”, el corte y difusión del dvd filmado en el Luna Park, se llevó la ovación y hasta los coros al unísono de los vientos. Desde Pasaje Salvo llegó “Los reyes de los buzones” con la característica gaita que puso a todos a bailar. Para llevar aún mas agite al campo, apareció el showman Manolo (actual plomo de la banda) para hacer junto a Cebolla “Burbujas” y “Sigo creyendo”.

“Cuando era chico me escapaba de mi casa para ir a verlos”, anticipó Sebastián para hacer “Hoy tranquilo” acompañado por Pedro Dalton del grupo de rock uruguayo Buenos Muchachos.  A pesar de estar más cerca de la costanera, el escenario dibujó una ciudad que mostraba un panorama al son de “Zafar” y de la voz de Gonzalo Brown.


El descontrol repentino llegó con “Doble filo” y una multitud coronó el tema cantando “el que no salta es militar”. Había que mantenerse en movimiento para evitar el frio que cada vez se hacía notar más; los vientos de Abuela Coca aparecieron y nadie se quedó quieto cuando sonaba “El viejo”. Una lista diferente a presentaciones anteriores, concluyó con un cierre casi exigido por los seguidores: así, Teysera se calzó la acústica y, cerca de las 23:30, “José sabía” ponía fin a un recital extenso, lleno de sorpresas y por sobre todas las cosas, rock.

La Vela Puerca cerró su gira con más de 10mil personas que dejaron la voz y el alma en cada pogo como si fuese el último. Un set que recorrió gran parte de la discografía, logró llamar la atención de quienes esperaban una despedida más bien clásica y se fueron con un repertorio variado y completo. Con la presencia cada vez más seguida de bandas uruguayas en Argentina, queda claro que el Río de la Plata ya no nos separa, sino que nos une. Y mientras ellos sigan viniendo, nosotros les vamos a dar la cálida bienvenida que tanto nos caracteriza, desde una previa hasta un canto, todo cual si fuese un ritual.

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