Llegaba al Luna Park caminando por Lavalle y me paré a observar. La plaza que se encuentra justo en diagonal al mítico estadio estaba poblada de gente, como de costumbre en muchos recitales que se realizan allí. Pero había algo diferente: en lugar de muchos grupos separados de gente, se podía ver un gran grupo cerca del ombú compartiendo, riendo y disfrutando de la música que salía por los parlantes de sus celulares. "Los invitados se van preparando para la fiesta", pensé. Sonreí y entré directo al estadio, que se iba llenando de a poco.

Apenas pasadas las 21.30 hs. las luces se apagaron y la velocidad de los latidos empezó a aumentar. Un pequeño video introductorio con imágenes de la banda dio pie al primer tema de la noche "Libres", donde apareció la banda en una tarima detrás de una cortina de leds. Siguiendo bien al palo con "Drama""La venganza de los perdedores" y "El Error" donde Corvata y Tery bajaron y se acomodaron en sus lugares habituales. En el campo, los fanáticos iban entrando en calor, pogueando y también ya se veían varias piernas hacia arriba cerca de la valla. 
 La puesta en escena deslumbraba a todos con sus imágenes y colores, y el asombro creció aún mas en el final de "Chico granada", que fue adornado por lanzallamas al borde del escenario: brutal y sorprendente. Para completar la escena, el sonido llenaba cada espacio del Luna Park, mostrando el alma de Carajo: la crudeza de la voz de Corvata, la precisión y fuerza de Andy en la batería y el virtuosismo de Tery en la guitarra. El corazón latía cada vez más fuerte.

Tras algunos temas, aparecieron los primeros invitados en el escenario: Marcelo Telechea, guitarrista de Contravos, mostró su magia en los teclados en "Constrictor", tema de "Hoy como ayer". Mientras, en las pantallas que ocupaban todo el escenario, aparecía la imagen (acompañando la voz) de Ciro Pertusi, ausente con aviso por su operación de garganta. Luego, Ale Vazquez, productor de los discos de la banda, se sumó también en guitarra para tocar "Invisible", con la presencia en pantalla y voz de Walas, líder de Massacre. 
Con el "primer plato" servido, la banda empezó a relajarse y a conectar aún más con el público. Corvata tomó el micrófono en el centro del escenario, cediendo su instrumento a otro invitado: Luciano Scaglione, de Attaque77, para tocar "Humildad" y un combo ramonero ("Cómo no vamos a aprovechar a este monstruo", dijo Corvata): "The KKK took my baby away" y "Blitzkrieg Bop", todo adornado por un fondo blanco con figuras negras que hipnotizaban desde las pantallas.

Corvata se tomó unos minutos para agradecer tanto amor y destacar la unión, el aguante y la importancia de la familia carajera y, con ello, dio pie a una nueva invitada: su hija, Julieta Corvalán, que prestó su voz para versiones hermosas de "El llanto espiritual" y "De frente a mar", para la cual también se sumó Don Vilanova. La fiesta daba lugar a la tranquilidad y el corazón bajaba el pulso, pero sin perder la emoción. 
La fiesta de 15 tenía luces, música bien al palo, invitados, y hasta ¡velas!, pero faltaba algo: el animador. Tras el set tranquilo, apareció Knario Compiano, cantante de Plan 4, para agitar, mover las cabezas, y hacer poguear hasta al último invitado de la fiesta de la mano de "Cicatriz" y "Joder", que fue uno de los puntos mas altos de la noche. "Abrir el corazón, vivir es festejar", aparecía en las pantallas que brillaban sin parar. Toda una declaración de principios de la banda.


Todo empezaba a llegar a su fin, pero quedaba más: el corazón seguía latiendo, acelerado, al pulso de "Triste" con Andy y su batería flotando entre mil estrellas en el espacio, "Luna herida" e "Ironía". En En el medio de este set, Knario y un mozo entraron a escena con dos tortas y todo el Luna Park se unificó cantándole el feliz cumpleaños a la banda.
    
Un invitado llegó corriendo desde La Plata, donde tocó con su banda: Fer Ruiz Díaz subió al escenario con su guitarra para cantar "Maleficio", el último corte de "Hoy como ayer", con unas visuales en 3D que seguían sorprendiendo casi terminado el show.
Nadie paró de saltar porque, pegado a ello, los primeros acordes de "Sacate la mierda" hicieron explotar el corazón de los miles de invitados que habían agotado las entradas para el show. Con rollos de papel higiénico volando por los aires, unas visuales en negro, blanco, rojo y amarillo que mostraban llamas y billetes, Tery y Corvata recorriendo todo el escenario y Andy dándole más fuerte que nunca al bombo y los platillos, el primer hit de Carajo, hizo que todos reventaran sus gargantas.

Para terminar, y ya con el corazón en la boca, Corvata y Tery agradecieron la fidelidad y el amor y le dieron lugar a "Pura vida", que cerró el show a puro mosh y agite.
Ya con las luces prendidas, y con la gente coreando "Carajo, Carajo, Carajo" los tres se fundieron en un abrazo, emocionados, seguramente sabiendo que, al igual que los miles de invitados, todos acababan de compartir una noche que se va a recordar por mucho tiempo, 




















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