Hablar de grandes expectativas es quedarse corto... más cuando se confirma el día previo al show, que se vendieron más de 50 mil entradas anticipadas. Cuesta creerlo, pero hacía años que una banda hermana como lo es No te va gustar lograba tal poder de convocatoria y de éxito. El calor del pleno invierno, su último disco, logró dar un punta pie (aún mayor del que ya habían dado) y llevó a la banda a un lugar privilegiado, lugar que claramente se merecían.

Los uruguayos más argentinos prepararon un gran despliegue para presentar oficialmente su más reciente material. A pesar de algunas complicaciones de acceso al predio de Costanera Sur, la gente se tomó su tiempo y desde temprano comenzó a colmar el campo en un día soleado pero un poco fresco. Algunos minutos pasadas las 20 hs, Cuatro pesos de propina (desde Uruguay) subió al escenario para calentar las tablas. En un set corto pero contundente, repasaron algunos clásicos como "Pirata", "Esa mezcla de placer y dolor" y "Solari". Pero también aprovecharon para presentar "No hay tiempo", "La fruta permitida" y "Náufrago", temas que pertenecen a su tercer disco "Surcando".
Con las estrellas iluminando el cielo, las luces se apagaron pasadas las 21:20 y la caída de un telón negro develó un cubo de hielo gigante sobre las cabezas de los músicos; "Sin pena ni gloria" dio un comienzo poderoso al show. "Buenas noches! Gracias por el cariño!", atinó a decir Emiliano al ver al eufórico público. Lo nuevo pegó y fuerte, y es que fue imposible no escuchar el seguir al pie de la letra los coros en "Destierro", "Verte reir" y "Nada fue en vano". Hubo momento para que la banda agradeciera a todos por la colaboración hacia los damnificados por el temporal en La Plata; se juntaron más de 30 toneladas entre alimentos no perecederos y elementos de limpieza.

La noche estaba cargada de sorpresas y de a poco se iban a ir dando a conocer; Fernando Ruiz Díaz de Catupecu Machu apareció para segundear al grupo en "Mil días", con una rotunda ovación de los presentes. No hacía falta darle cabida al frío que llegaba desde el Rio de la Plata... el clima lo generó la misma banda con algunos altos y bajos con mucha aceptación: el campo vibró al ritmo del ska con "Mirarte a los ojos" y se tranquilizó con "Hasta nunca" acompañada por guitarras acústicas. "Llegó la hora de bailar" anunció Emi antes de interpretar el ya clásico "Pensar".
En ningún momento hubo dudas de la increíble puesta en escena que escoltó por detrás a cada uno de los temas; imágenes psicodelicas de peces a punto de caer en la carnada, un viaje en montaña rusa y una fuerte tormenta siguieron las melodías románticas y frenéticas durante toda la velada. Un mar de palmas y mucho polvo cubrió por completo el predio (que parecía no tener fin) mientras sonaba "El error", también del último disco.

Otro de los picos de la noche estaba listo para darse justo cuando apareció Chano de Tan Bionica y, a puro descontrol, tocaron "Al vacío". Antes de hacer "Ese maldito momento", Emiliano recordó que la letra surgió durante una gira por el sur de Argentina y que a la hora de ensayarla, Curucha (Marcel Curuchet, tecladista fallecido en el 2012) hacía la mímica de alguien que está barriendo cuando la canción decía "barro nomas".

Y llegó un gran momento que seguramente nadie va a olvidar: con algunos vientos como centinelas comenzaron a tocar "Tan solo", y al sonar una vez más la armónica apareció Ciro Martinez con gritos y aplausos que desbordaron el lugar. Pegado y aún con el ex piojoso como invitado de lujo, hicieron "Tan lejos". Los ritmos también fueron y vinieron (como para salir un poco del cliché de la banda uruguaya y los vientos) con una chacarera de por medio llamada "Mucho más feliz" y la murguera "Clara", que se quedó con la garganta de los fanáticos.
De a poco el final se acercaba, pero no se iban a ir sin antes hacer el corte y difusión casi por excelencia de todos los medios "A las 9". Casi como un desafió, dejaron que las voces casi afónicas se lleven su parte y todas juntas hagan "No hay dolor". Más agite llegó de la mano de "Fuera de control" para luego darse el gusto de interpretar "Te abracé en la noche" de Fernando Cabrera. El gran cierre cerca de las 12 de la noche fue con "No era cierto"

Más de dos horas de show y caras atónitas son el resumen de la presentación de No te va gustar. Un recital del que se puede hablar claramente de la dicotomía calor-invierno, y es que el frío que se fue acercando a la costanera pasó desapercibido por el mismo sudor enérgico que recorrió el campo y que bien supieron brindar los uruguayos. Ahora solo queda esperar a saber cuándo se dará ese "nos vemos pronto" que prometieron para Buenos Aires y, principalmente, para volver a reencontrarse con su fiel público.


Crónica: Nicolás Lopez Becerra 
 

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