La noche del 30 de diciembre de 2004 fue una de esas fechas que cambian rumbos. Aquel fatídico fin de año dejó 194 familias desamparadas, condenó a otros cientos de jóvenes que quedaron desolados, sensibilizó a toda una sociedad y dejó al borde del coma a una escena del rock local que ya no volvería a ser la misma.

Aproximadamente a las 22:50 de aquel jueves, una bengala de luz arrojada por el público impactó en el techo del local de Balvanera donde en ese momento se hallaba tocando Callejeros. Rápidamente, el fuego y el humo, potenciados por las irregularidades que presentaba la seguridad del lugar, se convirtieron en una trampa mortal para esos 194 pibes.


El incendio, que desembocó en una de las mayores tragedias no naturales de la historia argentina, fue tratado con especial atención por los medios y se instaló en la sociedad de una manera muy inusual. 


A partir de ahí, la historia es de responsabilidades incumplidas, de enfrentamientos y acusaciones cruzadas. Los principales incriminados fueron el entonces Jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra y Omar Chabán, propietario del mismo Cromañón, y de otros lugares clásicos como Cemento y el antiguo Café Einstein. El primero fue destituido en 2006 de su cargo mediante un juicio político, pero a pesar de los reclamos de los padres de las víctimas para que fuera encarcelado, no fue alcanzado por la ley penal.

Chabán, en cambio, sí permaneció en cárcel hasta fines de 2007,  hoy se encuentra procesado y es el principal incriminado en el juicio oral que se lleva a cabo por estos días, y que además alcanza a otras 14 personas. 


Por su parte, la banda, también querellada, intentó seguir por su rumbo musical pretendiendo no dejarse intimidar por las presiones externas. Así, entre la mirada pública y los embates judiciales, lograron tocar en vivo con promedios de asistencia de 7000 personas por show y editar dos álbumes: Señales, de 2006, y Disco Escultura, de reciente aparición.


Las consecuencias son inabarcables. Además de los que murieron en el hecho, los daños colaterales siguen hasta hoy: más muertes, múltiples casos de depresión, y números que marcan que 1 de cada 3 involucrados sigue al día de hoy con tratamientos psicológicos.


Hoy, a 4 años de aquella noche que cambió para siempre la escena de nuestro rock y de tantas vidas, familiares, amigos y allegados a las víctimas protagonizaron un sentido homenaje que comenzó anoche en una vigilia alrededor del lugar donde se hallaba el local. Para el día de hoy, está programada una muestra de fotos, una ceremonia interreligiosa y a las 20 una marcha que partirá desde Plaza de Mayo hasta el lugar de la tragedia.


Con el correr de los años, ese tramo de calle que fue rebautizado 'santuario' se transformó en el más claro testigo del dolor y de la desidia humana, pero también de la más férrea e incorrupta memoria. Ese santuario y esos 194 pibes que fueron a divertirse y encontraron la muerte, no entienden de destituciones, ni querellas ni politquerías baratas, y solo merecen algo de paz. 


El 30/12/04 es una fecha que cambió rumbos y que nos da la posibilidad de cambiar muchos más. Necesitamos ser autocríticos, asumir nuestras responsabilidades y clamar por justicia para que nunca más estemos ante otro Cromañón. 



Esteban Perrone (Especial para Mi dRocKga)


1 comentarios :

  1. Muy buena nota, sintetiza todo y es imparcial / objetiva como deberían ser todos los informes de la prensa en general.
    Buen blog también.. ahora lo sigo recorriendo. Saludos

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