La banda rosarina vuelve a la carga con "Sideral", donde buscan reivindicar su propia historia y ensalzan con mas grunge y power el rock al que ya nos tienen acostumbrados. 
Tomando distancia de tres años de "Compost", disco en el cual bajaron un cambio en la potencia musical, pero siguieron apostando al crecimiento personal en la búsqueda de sonidos, Cielo Razzo nos trae "Sideral", que parece un cohete a punto de despegar para pegarse un viaje largo y profundo por el universo rocker garagero.
El nuevo disco abre con lo que, a la vez, es (acertadamente) el primer corte "Caminando", un rock radiable con un estribillo pegadizo "seguí bebiendo amor de lo que no te puede destruir...".
El disco sigue con "Te vas", una hermosa balada hardrockera, donde se luce la voz de Pablo Pino, la viola del "Pájaro" Almirón y la siempre arrolladora batería de Javi Robledo.
Además de la base del quinteto rosarino, en casi todos los temas aparecen los dos invitados permanentes que tiene la banda: Marcelo Vizarri en teclados y Carlo Seminara en Percusión. 
En "Piba espada" y el bailable "El alfil" (Coki Debernardi + Flor Croci de invitados) se lucen estos últimos dos invitados permanentes, sobre la base de bajo de Cristian Narvaez y la batería de Robledo.
En ese viaje imaginario del cohete Cielo Razzo, aparecen matices constantes como las baladas "Posdata" y "Entre las 4 y las 6", donde aparece la increíble voz de Flor Croci para darle fuerza al tema y redondearlo; o también "Viaducto", "Sociedad" y "Calesita" donde las melodías pop se vuelven canción, bordean el Río Paraná mirando hacia el Monumento a la bandera y luego se adentran en aguas profundas e introspectivas cortesía de la pluma de Pablo Pino. 
Pero también hay lugar para temas como "Ojos", con la banda sonando a pleno y un estribillo vertiginoso de la mano de la voz del "Negro" Gonzalez, ex cantante de la mítica banda La Cruda; el experimento percusivo de "Hombre tambor", donde Javier Robledo muestra el por qué se lo considera uno de los mejores bateros actuales en Argentina, asociándose con Seminara de manera magistral; y, por último, para el rock y grunge en estado puro y sin medias tintas como son "No shopping" (con Popono Romero de invitado), "Mao" y "Galope", donde Almirón y Fernando "Nano" Aime muestran los dientes y hacen sonar sus violas como si estuvieran en Seattle rockeando hace 20 años con Nirvana o Pearl Jam.

Como marqué al principio, "Sideral" parece ser ese cohete despegando nuevamente desde la cuna de la bandera, atravesando en su camino el hard rock, el grunge, la típica canción rosarina y jugueteando un poco con el rock-pop radiable, pero sin perder en ningún momento la esencia de cepa razzera que supieron cultivar durante sus casi veinte años de carrera y que ahora plasman en un sonido rockero concreto y garagero, apoyados en amigos/invitados que empujan todos juntos el rock desde Rosario.


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