A las 21.30 las luces caían y el telón se abría: "Halcón peregrino" fue el primer paso firmo de la noche. Pegadito vinieron "Temporal" y "Tren fantasma", donde estuvo de invitado Burbuja (ex Viejas Locas). Luego, el frontman Beto Olguín saludó al público y siguió con "Doble Carolina".
Con la banda un poco más suelta y un sonido perfecto, subió el primer invitado de la noche: "Willy" Piancioli de Los Tipitos para hacer sonar "Asuntos Internos". Detrás de esto subió Walter Corbato, ex integrante de la banda, para acompañar un mini-set bien rockero con "Monoloco", "Mal de amores" y "Contradicciones" donde también se lucieron la batería de de Pablo Tofanari y la viola de Fede Esquivel.Recién ahí Beto Olguín saludó nuevamente y dirigió algunas palabras a la gente que había colmado el Vorterix, para hacer mención a un tema que no tocaban hace mucho y que "les iba a cagar la vida, pero lo pidieron": la balada-rock "Cenizas" mostró el virtuosismo de la banda para sonar y transformar el ambiente por un rato.
Para volver a levantar a la gente, hacen subir al escenario a otro ex-integrante: Pity Ayet en percusión y un dúo de percusionistas para mover a todos con "Ecos" y "Hablando solo", donde también se lucieron los vientos y Domingo Catanzariti con su preciso y potente bajo.
Nuevamente un cambio abajo y Beto Olguín introduce dos temas nuevos: "espero que les gusten", dice y arranca sin mediar otra palabra con "A los tumbos" y "Resaca de carnaval", dos temas enteramente con el sello de Los Pérez García en el sonido, que seguramente irán a parar a un próximo disco.
Para finalizar este set, invitan a Alvaro Gil Mariño, de Ojas y Martín Mendez para ponerle el sello del sonido de zona oeste a la épica "Egoísta" donde se lució el violín invitado de Ojas.Un mini parate y, a la vuelta, la voz principal de la banda le deja paso al tecladista Julio Medina, quien canta "Piedras Rodando" en un ambiente intimista y sin fisuras.
Parejas acarameladas, hombres y mujeres despechada/os desgarrando la voz sin quejarse y mucha cerveza era el panorama que se había quedado en el Vorterix y de allí en más todo se convertiría en una fiesta.
Más invitados del oeste al escenario: Pablo Guerra, ex Caballeros de la Quema y Los Piojos, entre otros, con la mano enyesada hizo sonar perfecto su viola para "¿Donde está mi elefante?" y
hasta se animó a cantar un poco en "Ruta".
Sin descanso, vuelven los tambores en "Para volver". El tiempo se acortaba, así que desataron la fiesta con "A callejear", donde Beto Olguín no paró de moverse e incluso se tiró al público a tocar la armónica en medio de un pogo "amigable" y totalmente feliz.
"Ahora si, nos vamos, muchas gracias por todo esto", dijo el cantante antes de volver a hacer subir de vuelta a varios invitados para "Perro salado" y "Todo eso que nos queda".
Cierra el telón, se prenden las luces, pero la mesa está servida y la gente no se quiere ir y la banda vuelve a sumarse al coro que ya venía entonando incansablemente el público: "vaaaaa a amanecer y acá adentro sigue la noche". Pseudo-himno del clásico rocker para terminar la noche a todo trapo: "Sigue la noche" y todos contentos agitando hasta el final.
Nuevamente Los Pérez García demostraron su ecléctica fisonomía musical donde las baladas de fogón conviven con el más potente rock, pasando por los matices del candombe y el pop, sin perder un gramo de una identidad que ya les es propia.
Esta banda de Aldo Bonzi que parece ser el eslabón perdido entre la ya mítica Caballeros de la Quema y el matiz actual de Iván Noble, dio un paso más en su ya extensa carrera, con un escenario plagado de invitados y reafirmando lo que la voz de Mollo grita sin cansancio: "¡en el Oeste está el agite!".
Crónica y Fotos: Facundo Pereira
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