Otra vez. Nuevamente un recital de rock y un muerto se vinculan (in)directamente atados por un mismo cordón: la polícia. Como Walter Bulacio en el ´91, como Rubén Carballo en el ´09.
Ismael Sosa era uno más de los pibes que había ido a Villa Rumipal, Córdoba a ver la presentación del nuevo disco de La Renga. Un nuevo viaje, un nuevo banquete. Su novia lo acompañaba.
Como en todos los shows de esta magnitud, converge la presencia de seguridad privada con la policía local. Tras una (como de costumbre) agitada previa la gente comenzó a entrar y este caudal se volvió más y más constante cuando se acercó la hora del show. Ahí hay de todo: familias, pibes y pibas de 15 a 50 años, parejas; gente con entradas (originales y falsificadas), sin entradas y oportunistas de todo tipo: lo mismo que hay en cualquier evento que convoca más de 50 mil personas, sea del palo que sea.
A Ismael le pierden el rastro en el ingreso al show, tras el primer control, según el relato de Victoria, su novia que lo acompañaba y que luego lo buscó hasta el hartazgo sin poder encontrarlo. Desde ese momento hasta que apareció flotando a orillas del Lago Embalse de Río Tercero el día 27 (recién dos días después fue identificado) todo son dudas que, en el medio, tienen muchas certezas de mano de los testimonios de la gente que fue al recital.
Todos estos retazos de información que van apareciendo en formato de comentarios en grupos de Facebook coinciden en algo: el abuso de poder de la policía en el ingreso. Nuevamente la policía en la mira. Nuevamente la policía de Córdoba en la mira, con sus malos modos como en Don Osvaldo, como en ediciones anteriores del Cosquín Rock, como en La Renga, como se la acusa a diario en las calles de la provincia.
Muchos dan cuenta de la violencia con que actuó la policía en algunos breves momentos del ingreso al recital. Varias personas dicen haber visto a Ismael siendo golpeado, puteando a la policía en la entrada. Un testimonio dice reprocharse "cosas" después de verlo sangrando, darle fuego, cambiar algunas palabras con él y haber intentado que la policía no se lo lleve en un patrullero. Otro afirma que lo vieron entrar a un hostel que está muy cercano al lago, a unas 20 cuadras del predio donde se realizó el show, y de donde él fue echado. Aparentemente no hay ningún tipo de registro de la policía de Córdoba de ingreso de Ismael a su dependencia, como tampoco lo hay de otros varios detenidos que fueron alojados allí ese último fin de semana sin informar formalmente a la Justicia, como corresponde en estos casos.
También aparecen comentarios del estilo de "Seguro estaba drogado", "Estos pibes siempre van re borrachos", "Se metió a nadar y se ahogó", "Andá a saber que le hizo a la Policía" y una cantidad de líneas injustificadas e incoherentes ante la realidad de la muerte de una persona que varias personas vieron como fue golpeada y fue llevada detenida. Son los mismos comentarios que en el ´91 y en el ´09 decían que Bulacio y Carballo estaban drogados, alcoholizados o que simplemente le "quizás le habían hecho algo a la policía" intentando justificar lo injustificable que es que esas personas aparecieran muertas y que el último eslabón de la cadena que los ataba a la vida era la del mismo actor: la policía. Exactamente igual que con Ismael. Nuevamente se impone la impunidad policial en el rock
Absolutamente NADA justifica el abuso de poder de parte de la policía ni en la entrada del recital, en las inmediaciones del mismo, ni tampoco el hecho de invisibilizar jurídicamente a una persona si es que él fue llevado detenido o subido a un patrullero. Nada. Pero todo esto sigue sucediendo, como en los otros 4320 casos que denunció la CORREPI desde la vuelta de la democracia hasta el día de hoy.
Por el momento todo es confusión, la autopsia está en proceso y recién se empiezan a tomar declaración a los testigos y familiares. Y también empezaron los allanamientos: el primer lugar, la comisaría.
Lo único concreto de esta triste historia es que ¡otra vez! tenemos que lamentar la muerte de un pibe que fue a ver a su banda de rock y ¡nuevamente! las últimas horas de su vida están atadas por un mismo cordón: la policía. Igual que con Bulacio en el ´91, igual que con Carballo en el ´09... pero por favor que esta vez se sepa la verdad y se haga Justicia.
SE SOLICITA:
Por favor, todo aquel que pueda aportar algún dato lo comunique a:
- La Fiscalía de Instrucción Río Tercero Córdoba teléfono 03571-434000
- Nancy Sosa, madre de Ismael, vía inbox a través del su Facebook: https://www.facebook.com/nancy.sosa.524
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