Apenas pasadas las 21, el exlíder de “Fricción” y “Los 7 Delfines” y de brillante presente solista, Richard Coleman daba inicio a “El show del año”, como había anunciado a través de su sitio oficial días atrás. Con un brillante saco plateado, anteojos negros y su Gibson Junior ya característica de esta etapa de su carrera, deslumbró a una Trastienda llena con temas de diversos pasajes de sus casi 30 años de hacer música. El show contó con la presencia del bajista de 202, Martín Delahaye, en lugar de otro legendario que integra la banda de Coleman: Daniel Castro.
(Foto: gentileza de Diego Fioravanti - gigriders)
Luego de abrir el concierto con una tríada de la última placa: “Incandescente”, “Perfecto Amor” y “Lo que nos une”, el cantante aprovechó para anunciar que el sello Ultrapop reeditará su primer disco solista “Siberia Country Club” este año. La nueva edición contará con un cambio en el diseño de tapa y el agregado de temas que quedaron afuera del disco original. Aprovechando la mención de ese álbum, prosiguió con dos de sus temas: “Turbio elixir” y “Cosas”. Con la banda sonando cada vez más compacta y un siempre impecable Coleman, el repertorio continuó con “Corre la voz” y “Prohibida”.
Luego, recordó a su amigo Gustavo Cerati con “Normal” –canción que grabaran juntos en el primer álbum del anfitrión de la noche-, con los teclados de Bodie Datino en llamas, Gonzalo Córdoba tocando sobre los límites de las escalas y un inspirado Diego Cariola en la batería. El show siguió con una versión instrumental de “Computer world” de los alemanes “Kraftwerk”, y una acústica de “Meteoro” de “Los 7 Delfines”.
(Foto: gentileza de Diego Fioravanti - gigriders)
Posteriormente, ingresó la única invitada de la noche, Andrea Álvarez, y a dos baterías tocaron “Jamás” y la histórica adopción que Coleman le hizo a Bowie en 1986: “Héroes”. Luego de “Como la música lenta”, otro momento especial de la noche aconteció: “Caravana”, de Gustavo Cerati. “Me llamaron para ayudar, para hacer la dirección artística, así que armé la banda. Vamos a tocar con Gonzalo Córdoba, Fernando Nalé, Leandro Fresco, Martín Carrizo, los temas de Gus, de las últimas dos giras. No va a haber temas de Soda, vamos a tocarlos como los tocábamos con él, y va a haber una serie de artistas invitados que van a cantar las canciones. Es el 21 de junio en el Planetario, estamos muy contentos y honrados, es un laburazo pero va a quedar bárbaro”, contó emocionado Coleman.
Continuó con un dúo de canciones de su antigua banda de los 80’s “Fricción”: una versión algo pesada de “Arquitectura moderna” y la tan bailable como oscura “Durante la demolición”. Cerró su visita al pasado con la poderosa “Es tan celosa”, del primer álbum de “Los 7 Delfines”, no antes de pasar por “Hamacándote”, su primer corte solista.
(Foto: gentileza de Diego Fioravanti - gigriders)
Ya en el fin de show, la ya aceitada banda ejecutó “Fuego” y luego dejó al cantante a solas para que se luciera vocalmente e hiciera cantar al público con “Cuestión de tiempo”. Para el cierre, volvió Andrea Álvarez al escenario y arrollaron a la enardecida sala con “Memoria”. Los interminables aplausos fueron una muestra más del incandescente presente de este nuevo pero clásico Richard Coleman, que continúa creciendo y avivando el fuego del rock argentino.
Crónica: Santiago Ciraolo
Fotos: Gentileza de Diego Fioravanti - gigriders
Crónica: Santiago Ciraolo
Fotos: Gentileza de Diego Fioravanti - gigriders
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