El trío de ñu metal y rock alternativo Carajo, cerró la presentación oficial de su última placa “El mar de las almas” con un cuarto show en el Teatro de Flores. Los sábados de noviembre habían quedado reservados para que Andrés “Andy” Vilanova, Hernán “Tery” Langer y Marcelo“Corvata” Corvalán, demostraran todo lo que tienen para dar.
El sábado 27, la última de las fechas (pero no por eso la menos importante), Carajo dejó bien en claro que “El mar de las almas” no es un disco cualquiera y que el 2010, los vio consagrarse como una de las bandas más importantes en la escena del rock nacional.

A las 20:50, las luces se apagaron por completo y la melodía de un violín anticipaba el comienzo del show. “Ácido”, primer corte y difusión del último disco, fue el tema elegido para abrir la noche. Luego, con mucha potencia y energía sonaron “Luna herida” y “Una nueva batalla”. El público enloqueció mientras la escenografía, que se caracterizaba por una enorme V por encima de los músicos, cambiaba de color según el clima que se vivía.
Sin mediar palabras, “Fantasmas”, “Libres” y “Pruebas” fueron coreados por los presentes que no paraban de poguear y hacer mosh. Como era de esperarse, algunas remeras de bandas como Megadeth, Pantera y Hermética, se hicieron presentes para dar cuenta de las principales influencias del grupo. A continuación, el instrumental “Limbo” logró la calma por unos minutos.
“¿Qué pasa ahí abajo?”, preguntó Corvata y agregó: “gracias a todos por haber venido. Esta canción se la dedico a todos los que se rompen el lomo cada día en esta ciudad”.
Inmediatamente sonaron los primeros acordes de “Humildad”, que provocó que la multitud saltara sin control. Con el Teatro lleno, un mar de agua era lo que necesitaban aquellos que agitaban cerca del escenario, y es que el calor y el metal no parecen llevarse bien. No todos obtuvieron lo que querían, pero la respuesta del trío fue tocar “El mar de las almas” para finalizar la presentación del disco.

Ahora la bandeja estaba servida; el plato principal incluía los temas más viejos de la banda. “¿Se cansaron carajeros?¿tienen sueño?¿fiaca?¿pachorra?”, enumeró Corvata. “¿Tienen ganas de joder?” fue la última pregunta para dar pie a “Joder”, una de las canciones más poderosas de su disco “Inmundo”. “Pura vida” e “Inocencia”, mostraron la parte rebelde de Carajo y el público respondió armando grandes pogos.
“El que ama lo que hace”, corte y difusión de su placa anterior, fue anticipada por el cantante como un tema que hace mucho que no tocaban y que “estaba dedicada a todos los músicos”. "¿Dónde están las carajeras?", preguntó. Ellas se hicieron notar arriba de los hombros de varios chicos mientras sonaba “El llanto”, que hizo volver la tranquilidad al campo. El Teatro se tiñó de rojo y “Chico granada”, un clásico y violento, hizo levantar repentinamente a los fanáticos que apenas se recuperaban del cansancio.
“Un poco de agua para los pibes” exigió Corvalán. Las luces tenues lograron por fin que los presentes se calmaran y pudieran corear “Triste”, que acercaba el final del show. Pegados, sonaron “Histeria” y “El error” donde todos explotaron de energía.

Todo estaba listo para terminar la noche. “Llegó la hora de despedirnos”, dijo Corvata. Pero no se podían ir sin antes dejar un último mensaje de rebeldía y, por eso, “Sacate la mierda” demostró que Carajo, no estaba para juegos. “Aguante la vagancia”, dijo Tery y “El vago”, fue el tema que cerró cerca de las 23:00, un show en el que la expectativa de los seguidores, se cumplió con total firmeza.

Con más de dos horas de recital, Carajo volvió a demostrar que no cualquiera puede subirse al escenario y realizar un show redondo y sin ningún tipo de problemas. Parece ser que “El mar de las almas” dio justo en el blanco de los fanáticos que estuvieron firmes junto al grupo, cantando las canciones y agitando en cada fecha que realizaron en Flores. El trío anunció que se quedó con ganas de más y por eso, el domingo 12 de diciembre, se estarán presentando por quinta vez en el Teatro. Para esta fecha, anticiparon que habrá invitados y algunas otras sorpresas.

Crónica: Nicolás Lopez Becerra
Fotos: Carajo

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