Hacía mucho que los uruguayos no se daban una vuelta por Capital Federal. La presentación de su cuarto disco de estudio “Imán”, era la excusa perfecta para que los amigos de Montevideo aterricen en la ciudad de baires.

El mítico boliche de Balcarce 460 iba a verse colmado de fiesteros que les gusta el ska, el punk y el reggae.

Algunos minutos pasadas de las 21hs, el grupo encabezado Pablo “el negro” Silvera salió al escenario con gran energía; “Llegando al principio” fue el tema elegido para abrir la noche. El descontrol se impuso en el campo al ritmo de “Bisturí” y con uno de los pogos más grandes, de la mano de “Kamikaze”.
“Un placer estar con ustedes! Se los extrañaba”, rompió el hielo Pablo. Canciones nuevas como “Tiempo y dolor” fueron el deleite de los fanáticos, que estaban empeñados en recibir con mucho calor al grupo. “Ahora… un futuro apocalíptico”, anticipó Silvera para hacer “El don del niño”.

Los minutos pasaban y la fiesta parecía no detenerse. Entre las idas y vueltas en disco, Santiago (guitarras) tomó el mando e interpretó “Nada” para concluir con: “Vinimos para sacar eso lindo que tenemos adentro y no lo podemos sacar”.

El negro se mostró siempre contento y animando al público incasablemente. Pronto, una de las grandes sorpresas de la noche estaba por llegar: “Mamón”, aquel tema que no suele aparecer en las listas de siempre, sonó con fuerza para el asombro de los presentes.

Con la buena onda que los caracteriza, el micrófono fue al público, que se encargó de poner más euforia, la voz en alto y entonar “Maldición”. Un corte logró llevar la tranquilidad a los seguidores y un poco más lo hizo el reggae “Un amor diferente”, primera canción de la vuelta.
“Ahora, hasta el techo!”; a puro descontrol, los vientos acompañaron de forma excelente la furiosa “Tu postura”. A pesar de que la lista continuaba, el tiempo les jugó en contra (ya que luego de ellos, otro show se presentaría en el lugar), por lo que apenas pasadas las 23hs, Once Tiros cerró con “Aventuras y proezas” y broche de oro.

Con más de dos horas de show, los amigos de Uruguay demostraron que vienen pisando fuerte entre el público argentino. La aceptación del nuevo material quedó demostrada en cada salta y puesta de energía de los fanáticos. Sin dudas, muchos de ellos se quedarán esperando con ganas el próximo toque y ese ‘imán’ que genera su música.


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