Dos fechas y mucha
expectativa para la presentación del nuevo material. Entre chacareras,
carnavalitos y rock, Arbolito arremete con este disco donde, cómo contamos en
la entrevista (link), se ve la banda reflejada tal cual es… el alma de los
cinco en cada uno de los instrumentos.
Para el segundo show
(no por eso menos importante), Mi
Drockga estuvo presente desde temprano en Groove, compartiendo la previa con el público que de apoco llenó el
lugar.
Algunos minutos después de las 21hs, las luces se apagaron para dar lugar al documental “Caminando despacito”; un poco de la grabación de cada tema y cómo lo vivía el grupo a cada minuto. El instrumental “Acá estamos” dio el inició a un recital que prometía iba a dar que hablar. Pegado y entre los aplausos del público le siguió “Cambiar la Piel”, para luego sorprender a todos con “Vinito y amor”… “una viejita” anticipada por Pedro Borgobello.
Algunos minutos después de las 21hs, las luces se apagaron para dar lugar al documental “Caminando despacito”; un poco de la grabación de cada tema y cómo lo vivía el grupo a cada minuto. El instrumental “Acá estamos” dio el inició a un recital que prometía iba a dar que hablar. Pegado y entre los aplausos del público le siguió “Cambiar la Piel”, para luego sorprender a todos con “Vinito y amor”… “una viejita” anticipada por Pedro Borgobello.
Nunca dejando de lado su lucha por los pueblos originarios, dieron lugar a “Pachamama” para luego hacer “Piel”. “¿Cómo están? Vamos con una
chacarera!”, rompió el hielo Agustín Ronconi para presenciar el bailongo que se
armó en el campo al interpretar “Cruje”.
Los cantitos de los fanáticos al ritmo de ‘si esta no es la fiesta, la fiesta
donde está’ no tardaron en llegar.
Ahora, en un formato más acústico e íntimo, hicieron un set que incluyó “Condena social”, “En un cristal” y “Sensaciones”, seguidas al pie de la letra por los seguidores. “Teníamos muchas ganas de tocar por acá”, anunció Pedro antes de llevar un poco de descontrol al campo con “Amérika bonita” y “Saya del yuyo”. “Nos preguntábamos para qué tema lo podíamos invitar a Tito (productor del disco)” contó Agustín y la respuesta llegó del campo; a pura fiesta, “Sariri” fue uno de los grandes momentos de la noche.
Los chicos se mostraron siempre con mucha energía y ganas de disfrutar la velada. Entre constantes cambios de instrumentos Ezequiel Jusid atinó a decir: “Quedan dos!”, y ante el descontento de los presentes agregó “de los nuevos”. Así, “Este abrazo” se quedó con todos los coros de la gente y pegado le siguió “Volver”, primer corte y difusión de “Acá estamos”.
Entonces, todo estaba listo para volver atrás en el tiempo. Aquellos que las pidieron, se las sirvieron en bandeja: “La costumbre” y “La arveja esperanza” generaron gran revuelo en el campo… y ni hablar de “Estudio del charango”, aquel instrumental sacudido por los solos de clarinete.
Ahora, en un formato más acústico e íntimo, hicieron un set que incluyó “Condena social”, “En un cristal” y “Sensaciones”, seguidas al pie de la letra por los seguidores. “Teníamos muchas ganas de tocar por acá”, anunció Pedro antes de llevar un poco de descontrol al campo con “Amérika bonita” y “Saya del yuyo”. “Nos preguntábamos para qué tema lo podíamos invitar a Tito (productor del disco)” contó Agustín y la respuesta llegó del campo; a pura fiesta, “Sariri” fue uno de los grandes momentos de la noche.
Los chicos se mostraron siempre con mucha energía y ganas de disfrutar la velada. Entre constantes cambios de instrumentos Ezequiel Jusid atinó a decir: “Quedan dos!”, y ante el descontento de los presentes agregó “de los nuevos”. Así, “Este abrazo” se quedó con todos los coros de la gente y pegado le siguió “Volver”, primer corte y difusión de “Acá estamos”.
Entonces, todo estaba listo para volver atrás en el tiempo. Aquellos que las pidieron, se las sirvieron en bandeja: “La costumbre” y “La arveja esperanza” generaron gran revuelo en el campo… y ni hablar de “Estudio del charango”, aquel instrumental sacudido por los solos de clarinete.
De apoco se acercaba el final, por lo que “Baila baila” fue el tema que dejó el
escenario vacío, pero solo por unos minutos. El canto de los fanáticos pidiendo
el “El pibe de los astilleros” no se hizo esperar, pero los músicos volvieron a
las tablas para cerrar la noche con “El
sueño del pibe”. Cerca de las 23:20, “Si
me voy antes que vos” invitó a todos a despedirse, sentados en el suelo, con
sonrisas y aplausos.
Arbolito está y pisa fuerte. Dos
horas de show lograron hacer un viaje de ida a una peña que lo tuvo todo. Ellos,
felices de tener a un público que sigue cada uno de los pasos y que los
acompaña en tan largo camino. De ahora en adelante, los chicos de Liniers se
preparan para girar por el país y seguir contándoles a todos cómo se ven los
cinco en esta nueva etapa de independencia.
Crónica y fotos: Nicolás Lopez Becerra
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