Desde hace meses y desde lejos que se sentía el olor a fiesta que tendría este recital. Gente de muchas partes del país y entradas agotadas, lograron llevar las expectativas a otro nivel. En la entrevista que hicimos con ellos, dejaron en evidencia los nervios que tenían de solo pensar que su gente, con cantos y banderas, iban a llenar el Malvinas Argentinas.
Salta la Banca eligió el estadio de la paternal para presentar oficialmente “Visceral” y encontrarse con el público después de no haber tocado en Capital Federal por un tiempo. Desde temprano, los alrededores de Agronomía se vieron invadidos por micros, trapos y por sobre todas las cosas, ganas de pasarla bien. Una vez dentro, las pantallas gigantes se encendieron y se pudo ver el plan de evacuación (si algo sucediera) explicado paso a paso por Beto (guitarrista).
Salta la Banca eligió el estadio de la paternal para presentar oficialmente “Visceral” y encontrarse con el público después de no haber tocado en Capital Federal por un tiempo. Desde temprano, los alrededores de Agronomía se vieron invadidos por micros, trapos y por sobre todas las cosas, ganas de pasarla bien. Una vez dentro, las pantallas gigantes se encendieron y se pudo ver el plan de evacuación (si algo sucediera) explicado paso a paso por Beto (guitarrista).
Cerca de las 21:30, el grupo arrancó su show a toda energía con “Heidi”, el primer tema de Visceral. Los globos, papelitos y gritos inundaron el estadio mientras Santi le dedicaba a su hermano “Brújula”. A penas un saludo entre aplausos y emociones dio el pie para presentar una tras otras las sorpresas preparadas en una noche soñada: “Crimen” de Gustavo Cerati, se llevó la ovación de los fanáticos.
Un popurrí entre idas y vueltas que incluyó “Tren al edén”, “Dolores” y “Tu entrega” puso a todo el campo a bailar y levantar en alto los trapos. Beto se calzó como voz principal y atinó a decir sorprendido “esto es un sueño” antes de hacer “Búsqueda”. Al escenario subió la reconocida murga Ay Mamá! y, aunque no estaban con sus típicos atuendos, la misma fuerza y pasión llegó para acompañar a la banda en “Sueño” y “El”. En unos pocos segundos de silencio, Santi agradeció a todos y explicó que estaban presentes la familia de Luciano Arruga (el joven desaparecido a quien se le dedicó el disco Copla) y la mamá de Kevin Molina, el chico que murió al quedar en medio de un tiroteo entre narcos en el barrio Villa Zavaleta.
Todavía faltaba mucho show por delante y el público parecía no querer descansar, seguir al pie de la letra las canciones y agitar cuanto pudiesen. “Tu” contó con la participación de Lula Bertoldi, voz de Eruca Sativa y así dio el pie para que aparezca la banda completa para hacer “El genio de la nada”. En tanto la banda tomaba un respiro, el power trío se encargó de mantener el fuego entre la gente con “Para que sigamos siendo”.
De pronto, el campo se vio invadido de pequeña banderas con las iniciales SLB, un gran trabajo por parte de los fanáticos que desde hace cuatro meses se venían preparando para la gran fiesta; así recibieron “Nosotros” y “Tan Blanca, tan azul”. El pensar del voz líder pudo más y comentó que mucho de los grandes medios nos los querían, que el crecimiento de la banda se debió al público y al aguante que tiene: "celebramos la música y los medios independientes", manifestó. Sin más palabras, pusieron a todos a poguear de la mano de los clásicos “Mercedes” y “Ellos”, todo hasta que se desplegó una bandera enorme cuando comenzaron los acordes de “Paladín”.
“Que nunca se repita” contó con algunos de los sobrevivientes de Cromañón y juntos anunciaron una nueva marcha a favor de Callejeros que se hará el 30 de diciembre en el Obelisco, al cumplirse 9 años de la tragedia.
Había mucho más todavía en una lista que parecía no tener fin; los payasos de la clandestina le pusieron luces al escenario con una performance, mientras Pecho y Cabra (Las Manos de Fillippi) alzaron su voz en “El relato”. Ale Kurz, quien acompaño siempre el camino de la banda, dio el presente para interpretar “Vosotros”.
Casi pisando las tres horas de show, la banda se despidió a toda máquina con “Que salte la banda” y “Somos”. El Malvinas Argentinas presenció una noche que sin dudas quedará grabada en la memoria de todos los fanáticos. Hacía tiempo que una banda independiente, a pulmón, logró colmar un estadio y a solo cuatro años de su nacimiento. Serán las melodías, las letras o el carisma de los músicos… Lo cierto es que todo suma para que los jóvenes sientan una fuerte pasión por Salta la Banca que, después de tan increíble experiencia ante más de 7000 personas, ya tienen un futuro asegurado llevando a todos lados su ‘rock barrial’.
Crónica: Nicolás Lopez Becerra
Fotos: Facu Pereira - Album completó ACÁ
Crónica: Nicolás Lopez Becerra
Fotos: Facu Pereira - Album completó ACÁ
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