Un jueves casi cualquiera. Es 6 de agosto y nos damos una nueva oportunidad de colorear de alegría el invierno en pleno centro porteño: toca La Vela Puerca en el Luna Park por 4º vez en el año, presentando su álbum de "canciones urgentes" titulado Érase.

En el ingreso al Estadio el ambiente nos anticipa su mística: la escenografía (acorde a la estética del álbum) y los coros de la Introducción de Érase (Chamán) invitan a que con el primer acorde todos abramos el libro de cuentos en la misma página: La calle adicción.

Fiel a su estilo, todo es fiesta y vida. Suenan en preciso orden de aparición las siguientes 3 canciones del álbum, y otras más para seguir saltando: Sobre la sien, De atar, La teoría y Polidoro.

El toque se divide en capítulos, al igual que el disco. Y llegamos a Araucaria con la adrenalina dándole paso a la emoción: suena ¿Ves?, el hit de Érase. Todos coreamos con mucha convicción que queremos soñar estar despiertos. Sigue la calma con Habeo y La Madeja, uno de los 4 temas del álbum que lleva la pluma de Sebastián Cebreiro (sí, el Cebolla cada vez más metido en las letras y la música), para luego ir subiendo con Todo el karma, Los reyes de los buzones (del minidisco Pasaje Salvo) y el siempre emocionante Colabore, en el que acompañaban desde la pantalla cientos de imágenes en representación de los desaparecidos.
Como sorpresa respecto de las fechas anteriores, el Enano se sienta en un banquito con su guitarra y nos convida esa bella canción que aparece en Normalmente anormal: Respira. Llena todo el lugar de esa sensación de estar en alguna terraza, balcón, plaza, o cualquier intimidad cotidiana junto a él fogoneando este tema. En la misma búsqueda de introspección, siguen Frágil y Un frasco, y en una emocionante vuelta a los saltos se cierra el capítulo bien arriba confiando en que Va a escampar.


El capítulo 3, El agua, nos lleva buceando hacia un lugar distinto. Nos encontramos con nosotros mismos en Canción para uno, con Denis Ramos y Mauricio Ortiz de NTVG como invitados. La emoción nos deja flotar en el hermoso video que acompaña el momento. Siguen bajo la compañía de los invitados La vuelta al sol, Mi tensión y Su ley.

Se levantó la fiesta con el Epílogo, donde sonaron Sin avisar, Por la ciudad, Haciéndose pasar por luz, Mañana y El profeta.
Cuando estaba todo el estadio con sed de unos cuantos temas más, se encendió la magia nuevamente. Todo se vistió de luz verde, acompañando al himno natural Mi semilla. Justo cuando estábamos en un viaje introspectivo, nos pidieron documentos: suena un coreadísimo Vuelan palos, en donde el riff de vientos se funde con un grito de hinchada (Vamos la Vela de mi corazón ♫).

Era el turno entonces de convocar al último invitado de la noche: Edu Schmidt, ex Árbol, con su violín, quien le dio un matiz distinto y muy interesante al tema Zafar. Para la despedida, nos volvemos a emocionar con los clásicos El viejo y Llenos de magia.
Ya se habían encendido las luces, había salido una parte del público, pero el Enano volvía a convidarnos de su sentido de fogón: una vez más cantó con nosotros José sabía, coronando así una noche más donde La Vela Puerca nos acerca su alegría y la comparte de la manera más genuina: disfrutando de lo que hacen y a conciencia de que aquí estamos, como cada vez, para contagiarnos de esa vibra y replicar a cada paso esa energía que nos brindan. 

Crónica: Florencia Sieiro
Fotos: Facu Pereira
(álbum completo AQUI 
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.906097419470285.1073741912.149064501840251&type=3)

0 comentarios :

Publicar un comentario

 
Top