Descollante, exorbitante, impactante. Rápidamente podríamos describir de esta manera el primero de los tres conciertos de Bersuit Vergarabat del ciclo de los 25 años de la banda en el Teatro Vorterix. Con ese marco, al menos podríamos calificar de “prometedora” a la segunda noche.
Don Leopardo; oscuro, incisivo, atrevido y políticamente incorrecto. Hijos del Culo: un viaje hacia la exploración de tantos géneros musicales y con letras muy bien logradas; un himno tras otro. Y la inclusión de ?, quizás fuera la que más llamaba la atención por no ser de los favoritos de la monada –a priori, luego veremos que no se dio así-. Sin dudas “la noche” para el bersuitero ortodoxo (aunque Asquerosa Alegría promete mucho el próximo viernes)
Entradas agotadas, y sin hacer más preámbulos, el telón se corre y una programación se escucha de fondo y la banda irrumpe con el histórico mash-up La vida boba-El Gordo motoneta cantadas ambas por Germán Sbarbatti. El “Condor”, a pleno, se cargó el centro del escenario para arrancar el show. Pero no duró demasiado, porque inmediantamente apareció en escena Albertito de la gente. Tito Verenzuela se calzó la viola y se ganó la ovación del público en La del Toro.
Para bajar un poco –pero solo un poco- y siguiendo con la quinta placa de estudio de la banda, Toco y me voy, con ese gran juego de voces tan característico, se potenció con Desconexión sideral: cuya particularidad en los últimos tiempos, trae que varios integrantes de la banda canten diferentes fragmentos del tema. Pero si bien el arranque a puro Hijos del Culo fue imponente, el punto más alto –discutible totalmente- llegó de la mano del tándem Canción de Juan-Veneno de Humanidad, con Charly Bianco en la guitarra –primer invitado de la noche- llevando a la monada al clímax. Cualquier descripción está de más para el cierre de este primer tramo del show
La noche avanza y hay que entrar en un pozo profundo, complicado, con pocas luces. Pero como para que ese choque de asteroides no sea tan brusco, Bersuit te lo camufla un poco con Espíritu de esta selva, para que la gente pueda bailar y saltar un cachito, y de pasó por primera vez en la noche Osky Righi se acerque a la gente y demuestre todo su potencial desde la viola.
Y allá vamos. Cuando comenzó a escucharse Yo no fui, creí que iba a ser uno de los puntos destacables para el show, más teniendo en cuenta la historia que tiene un lugar como “La Mula Plateada”. Me equivoqué. Si bien sonó excelente, todo se desvaneció con la aparición de Héctor “Limón” García para cantar Cielo Trucho. “Te manda saludos el diablo… a vos no te matan mal forrito. Abrí los cantos del cielo…como te va a quedar el culito” cantaba Limón y la monada vibraba. Ni hablar cuando todo Vorterix quedó cantando “Si querés baja y agárramela” a todo trapo. Segundo punto altísimo –este sí indiscutible-
Verenzuela de nuevo al escenario. “Ole ole ole ole Tito, Tito!” corea el público, Alberto se besa el pijama. Un ida y vuelta increíble. Las luces solo lo apuntan a él y empieza a esbozar notas raras desde su guitarra. “A ver… a ver qué te parece este chiste” para que suene Abundancia, que vino pegada a Ojojo, donde se vio a Juan Subirá portar una máscara, la misma que aparece en la tapa del tercer disco de la banda. Por primera vez todo el teatro se fundió en un solo pogo, lo que fue curioso ya que anteriormente habían sonado canciones más conocidas; pero el agite llegó de la mano del culto. Con García y Bianco otra vez en el escenario, se dio cierre a esta segunda etapa del show, con una exquisita versión de Ruego.
Ahora sí a bajar. Set acústico: Carlitos Martín al cajón peruano, y Daniel Suarez sacó a relucir sus cualidades de cantante. Querubín, esa que no suena hace tantos años, cantada de una forma muy delicada. Canción aguda, muy difícil de cantar. Casi perfecta si no fuese que patinó en la letra en un verso, pero eso no va a opacar la brillante versión. Tito cantó Piel de gallina y luego tocó la armónica en Al fondo de la red, otro tema futbolero de los que tiene Bersuit Vergarabat.
Tras la mención de Subirá a fans que viajaron desde ciudades del interior de nuestro país y algunos “psicópatas” que viajaron desde Chile y México Suarez se adelantó: “Vayamos con un poquito de hoy”. Así llegaron de la mano el primer y el tercer corte de La Revuelta: Cambiar el alma y Dios te salve –ambos con la proyección de los respectivos videos en la pantalla trasera.-
“Necesita juntar pesos. No dólares blue ni esas pelotudeces” escupe Suarez, en referencia a la campaña “Todos por Cata”**, una niña de dos años que padece microcefalia, hipoacusia y síndrome de los espasmos infantiles y necesita recaudar dinero para poder realizarse un trasplante de células madres en China. Tras el reconocimiento a la familia de Cata, el concierto prosiguió. Como al principio hacíamos mención de si ? iba a pegar o no, Laten bolas para sorpresa de algunos hizo vibrar a todo el Teatro Vorterix, convirtiendo a la canción en uno de los temas de la noche, aunque el bersuitero ortodoxo no comparta el sentimiento –aunque la única verdad es la realidad-.
“A ver la gente de seguridad… necesito subir seis, siete, ocho petisitas culonas” suelta Sbarbatti. No obstante, todo se desvirtuó cuando en escena aparecieron casi 30 mujeres bailando al compás de la banda para La petisita culona. La gente en clímax total, recordó que la semana pasada la banda no tocó Hociquito de ratón. “Se equivocaron de disco” dijo Righi y “Todo deseo se puede volver realidad” dejó escapar Subirá. Pero nada de eso.
Las tetas de Hociquito pasaron al olvido cuando Verenzuela hizo aparecer pegaditas Porteño de ley y Ebrio de sinrazón. Muy arriba. Más arriba con El viejo de arriba y La bolsa para que todo estalle. Telón bajo, la banda afuera, tiempo de bises.
Con un video de fondo con imágenes de fotografías tomadas por Salvador Batalla –responsable del arte de los discos de Bersuit- llegó Humor linyera, con un solitario Juan Subirá arriba del escenario. Y para empezar a despedirse, junto con los hermanos de Sbarbatti – y Gustavo “El Taura” Alonso llegó Negra Murguera, himno de Bersuit y de Hijos del Culo.
Ya todo estaba terminando. Las cortinas estaban por bajarse, y de la galera llegó Es importante. Creo que pocos las esperaban. Como pocos esperaban escuchar tantas canciones de antaño que la banda le regaló a su público.
Queda una noche, queda Asquerosa Alegria, queda la Argentinidad al palo y los (no) inéditos de Lados. Queda demostrado también, que Bersuit al repasar su historia, logra sacar a flote grandes canciones que hace mucho no ingresaban en su repertorio habitual, y que no solo las saben interpretar sino que son las que mejor les sienta y las que más Bersuit hacen a la banda.
Crónica: Martín Ciraolo
Fotos: Cristhian Gamarra - Look Alive
Lo que viene, lo que viene
Viernes 17 de Mayo - 20 hs
Teatro Vorterix – Av. Federico Lacroze y Alvarez Thomas
** http://www.todosxcata.com.ar
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