...a ti que te gusta tanto, el Karamelo
Santo!... De igual nombre, era la noche perfecta para presentar el disco de una
banda que llegó recargada. Pero no llegó porque es nueva, sino que hace años
que desde Mendoza llegan fusionados los mejores ritmos del ska, del reggae y
del rock. Sumergidos en lo que ellos llaman ‘una nueva etapa’ (ver entrevista),
el grupo liderado ahora por Gody, dejó en claro esas ganas de disfrutar de la
vida a partir de eso que más les gusta: hacer música. Groove se vistió con una
escenografía gigante y se preparó para recibir a chicos y grandes con ganas de
pasarla bien y de ver de qué se trata la refundación de este conjunto tan
amigable.
Con la noche en pleno auge y a solo minutos de las 21, Karamelo Santo salió a la cancha. Entre instrumentales y como invitados Cristian Canatelli y Leonardo Ramella de Mamakenia (estuvieron presentes en varias canciones), “Estribillo” fue el tema elegido para abrir la velada.
Con la noche en pleno auge y a solo minutos de las 21, Karamelo Santo salió a la cancha. Entre instrumentales y como invitados Cristian Canatelli y Leonardo Ramella de Mamakenia (estuvieron presentes en varias canciones), “Estribillo” fue el tema elegido para abrir la velada.
El público se batió enérgico dando así por
comenzada una fiesta super popular y en el que divertirse, era la razón
principal. A lo largo del show, la presentación estuvo acompañada por clásicos;
en este caso el turno fue para “El ritmo indecente” y “El baile oficial”.
Luego de los saludos y agradecimientos, dejaron una vez mas a la vista de todos su compromiso por los pueblos originarios a través de “La vida es la razón”. Por momentos, los fanáticos se mantuvieron tranquilos, mas bien a la expectativa del show y con ganas de disfrutar todo el potencial que la banda tiene acostumbrado a dar. “Pueden fumar para pegarse un viaje”, anticipó Piro antes de interpretar “Colocon”. Y en este viaje que proponen los karamelo, también hay mucha cumbia; un set firme a su estilo incluyó “En la oscuridad”, con letra más soñadora, “El garrón” y “El alcatraz” en medio de un gran bailongo, saltos en el campo y por sobre todas las cosas, mucha animación y simpatía desde el escenario.
Luego de los saludos y agradecimientos, dejaron una vez mas a la vista de todos su compromiso por los pueblos originarios a través de “La vida es la razón”. Por momentos, los fanáticos se mantuvieron tranquilos, mas bien a la expectativa del show y con ganas de disfrutar todo el potencial que la banda tiene acostumbrado a dar. “Pueden fumar para pegarse un viaje”, anticipó Piro antes de interpretar “Colocon”. Y en este viaje que proponen los karamelo, también hay mucha cumbia; un set firme a su estilo incluyó “En la oscuridad”, con letra más soñadora, “El garrón” y “El alcatraz” en medio de un gran bailongo, saltos en el campo y por sobre todas las cosas, mucha animación y simpatía desde el escenario.
“¿Listos para el retro-rock?” preguntó Gody
anticipando una joyita de la noche: como un tributo a G.I.T hicieron versiones
ska de “La calle es su lugar” y “Es por amor”, en los que participaron Pablo
Guyot y Alfredo Toth, productores de su nuevo disco. Los aplausos inundaron el
lugar y el clima estaba más que listo para seguir a pura fiesta. Un poderoso
set incluyó “Hoy”, “Papa noah” y “Fruta amarga” en el que los protagonistas en
los vientos fueron Darío y Salvador de Pampa Yakuza.
La distorsión que Fede Flores (un dj del ska)
sabe llevar de forma excelente, tuvo una participación muy importante a la hora
de darle otro color a los temas... comprobado en una versión bastante rara de
“La rubia tarada” que anticipó a “No mas”. Luego de tanta energía, era momento
de bajar un poco la tensión y pasar a la reflexión; Groove sentado a los pies
de la banda, pudo disfrutar con atención de “Grita la pachamama”, una forma de
repudio hacia el hombre.
El descontrol y los coros repentinos llegaron
de la mano de “El viento” y “Negro”, que entre saludos de despedida, el show
llegaba a su fin. Pero todavía había mucho power por largar y “Waiting for 1989”
de Sumo, fue la canción elegida para tal fin.
Cerca de las 23:20 y con el escenario totalmente
copado, los chicos de Mendoza le pusieron broche de oro a la velada con “Han
matado a un niño”. Un show de más de dos horas fue la forma perfecta para mostrar
esta nueva etapa en la que esta sumergida Karamelo Santo; una etapa en la que
‘solo hay buena onda’ y en la que lo musical los une más que nunca. Tantos años
de pie y experiencias vividas, confirman porqué Karamelo es fiesta donde sea...
una fiesta que te la pinta de colores!
Crónica y fotos: Nicolás Lopez Becerra
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