Tal como lo habíamos anticipado en la entrevista realizada a Darío Alturria, Kameleba tomó la decisión de distanciarse de los escenarios, sin fecha de regreso estipulada, pero con muchos proyectos individuales dentro del grupo.

Para el público que le gusta mucho el Reggae Argentino, esta noticia no es poca cosa. Teniendo en cuenta la historia de Kameleba, oriundos de Villa Mercedes (una "ciudad-pueblo" como decimos los porteños, por sus características edilicias que le atribuyen el carácter de ciudad, pero con costumbres, quehaceres, trato y ritmo de un pueblo), casi en el corazón de la provincia de San Luis, siendo la primer banda de reggae del interior que pisó firmemente escenarios de todo el país, no es noticia menor este "impasse". 

4 discos en su haber, 1 DVD en vivo lanzado de manera digital, y una humildad y buena onda muy transparente en sus shows en vivo, lograron que Kameleba pise un Teatro de la Avenida Corrientes: el Teatro Ópera. En lo que respecta a escenarios locales y a presentaciones propias, era la fecha más importante en la historia de Kameleba, ya que con 2500 espectadores, supera ampliamente a las 1600 que pueden ingresar en Groove, reducto en el cual se han presentado en diversas ocasiones.
Rozando las 21:30, Kameleba salió al escenario con "Black Samourai", un cover de Alpha Blondy que pertenece a su tercer y exitoso trabajo de estudio: Vibra Sound. Arengando en reiteradas ocasiones preguntando "¿Se siente el reggae?", Darió Alturria invitó al público a formar parte del show. "Conqueror", "Maldita herencia", "No me rindo" y "De frente al sol" dieron un inicio extremadamente combativo a este show. Cabe destacar que Kameleba se destaca por tener letras combativas desde un costado personal e interno, con frases a destacar como: "No me rindo, soy fuerte y, aunque me cueste, voy a seguir luchando por conocerme" de "No me rindo", o bien "Me quieres dormido con los ojos bien abiertos. Demasiado tarde, hace rato estoy despierto, ¿sabes?" de "Maldita herencia", por solo mencionar ejemplos que atañen a quien escribe esta crónica.




"Gracias a todos por encender esta llama, quizás sean ustedes los responsables de esta música", tímidamente arrimó Darío Alturria hacia el público. "Fuerza y visión", "Nativo" - con su característico grito de "Kameleba está presente" - "Yes my lord" "Si no somos felices" - donde Iván Alturria tiene su momento al mando de la banda cantando por momentos- , cerrarían este ciclo más bien "combativo", como mencionamos anteriormente.

"Cartas viejas" fue la primer canción de amor que dio el presente en el show que - para sorpresa de muchos - varias personas han atribuido la letra de esta canción a la situación actual de la banda: "Me voy, sigo el camino del Sol y me voy. Me iré, y mientras brille no me perderé."Un momento un tanto más introspectivo con la banda, se dió con la conjunción de las canciones "Verdes cristales" y "Sueño que va" - canción que da título a su segundo disco de estudio, el que le abrió la puerta grande a este gran movimiento reggae nacional -, ya que estas podrían describir íntegramente a los puntanos.
"Somos seres humanos de carne y hueso. Sepan que la verdad no tiene precio." remarcó Darío Alturria, quizás instaurando una duda entre los presentes de a qué se refería exactamente, pero abriéndonos a la reflexión de tomar cada uno esta frase a qué se refiere puntualmente. "Orillas" y la constante repetición de su estribillo, dieron inicio al ciclo de canciones acarameladas que se dio en este show. Seguidas sonaron "Espejo", "Tu calor", "Intuición", la estupenda "Desamor diplomático" pegada a "Reggae me lo cura", "Semilla" y la melosa, pero inolvidable "Con vos".

En estos instantes, ya se notaba al show un tanto frío a comparación de cómo había iniciado, bien arriba y con el público al taco... ¿Será la nostalgia de los músicos la cual comenzó a transmitir esa frialdad?

"El día de la vida""Vibra Sound" - provocando el baile más intenso entre los presentes en el Teatro - e "Invades mi corazón", hicieron bailar a las 2000 personas que lucían nostálgicas, pero con una alegría inmensa por ver el cierre de un gran ciclo. "¡Ahora sí! ¡Quiero las manos de toda la gente arriba!" rugió Darío Alturria, para comenzar con la introducción de "Todo lo que tu quieras" virando de izquierda a derecha los brazos incansablemente.
"Entiéndeme, sígueme en el viaje y, si no, déjame..." son las primeras palabras de "El hoy", canción que logró un público bien caliente, que en momentos musicales cantó "¡Aunque llueve, aunque nieva, la gente escucha Kameleba porque hace Reggae que pega, que lleva y que te eleva!" a puro rubadub style. Para el final del show, y no dejar a nadie sin cantar, "Consciente" cerró la noche a puro "¡Dale dale dale Kameleba!" retirándose los músicos del escenario fríamente, prácticamente dejando al público sentado esperando por más.

Sin intenciones de ser negativo, y con todas las ansias de sonar constructivo y autocrítico para todos, considero que no ha sido la mejor de las despedidas para Kameleba. Si bien ya el "Indio" Solari canta que "las despedidas son esos dolores dulces...", siento que los Mercedinos nos han dejado con un dolor amargo, inusual al culminar sus shows. Ganas de escuchar más Kameleba, de haberse sentido más comunicados con los músicos durante el show y de que juntos nos emocionemos porque esta etapa llegó a su fin (por lo menos, al día de hoy), se fueron disipadas por el humo que, a su vez, cuando este se vaya, nos dejará ese gusto amargo del cual hago hincapié.

Por mi parte, y plantando la bandera de Kameleba en mi Tierra, sólo cedo estas reconocidísimas palabras a los lectores "kameleros", con una mezcla de nostalgia, tristeza, pero recuerdos que me traen sonrisas de niño a mi boca:

"Te cuento que siento hoy cuando estás conmigo:
Me invade tu música, se esparce en mi cuerpo, se hace danza y me hace levitar.
¿Y el dolor? Y el dolor ya no duele más. ¿Y el dolor? Y el dolor ya no duele más...

Y con tu luz te manifiestas, sin preguntas ni respuestas, me guías y me muestras
verdes cristales que se iluminan dentro mío. Verdes cristales que iluminan mi camino.

Lo divino es escuchar y escucharse; ser y reconocerse."

Fotos: Facundo Pereira (ALBUM COMPLETO)

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