Fito Páez: Cómo sacar el diablo de tu corazón

La noche ya había inundado la ciudad y aún reinaba mucho misterio alrededor del escenario principal. Las luces apagadas se mantuvieron mientras, pasadas las 20, “El amor después del amor” sonaba a capela sin que nadie pudiese ver  quién la cantaba. Un destelló alumbró el estadio y el característico “buenas noches, Buenos Aires” anunciaba su llegada.

Fito interpretó la mayoría de los temas con la poderosa voz de Claudia Puyol en los coros. Siempre animando al público logró conmoverlos con “11 y 6” y “Llueve sobre mojado” con las típicas idas y vueltas en los teclados. Uno de los grandes momentos llegó casi a mitad del show: “La vida no es vida sin Luis” fue su tributo al flaco Spinetta, una canción que se llevó la ovación de los presentes.
“Un vestido y un amor” la cantó River y seguro que a más de uno se le debe haber piantado una lágrima. Los gits seguían uno tras otro en un set que incluyó “Polaroid de locura ordinaria”, una furiosa versión llena de solos de “Matar a pobres corazones”“A rodar mi vida”. Agradecimientos y aplausos mientras Fito se movía cual hiperquinético por las tablas llenaron el estadio.

A penas minutos después de las 21hs, familias enteras bailaron y corearon “Mariposa Tecnicolor”, el gran final que, anunciado por él, daba paso al cierre del día. 


Charly García: Solo, pero bien acompañado 

Un compilado de Sui Generis anticipaba la llegada de él. Una limusina cruzó de lado a lado el escenario hasta que las luces estallaron y Charly García ya estaba en el piano dando los primeros acordes de “Fanky”.

Un poco frío al comienzo pero, igualmente, el ex Serú Girán saludó al público y mantuvo siempre una gran sonrisa. “Rezo por vos” fue le humilde homenaje al flaco Spinetta, mientras su imagen se apreciaba en las pantallas gigantes.
El primer invitado de la noche había llegado: Pedro Aznar participó cantando a dúo “Perro andaluz”. La luna llena era la única y algunas nubes amenazantes cubrieron el cielo y aun así, logró captar a la gente con temas hits como “Yendo de la cama al linving”, la ovacionada “Me siento mucho mejor” y “Demoliendo hoteles”.Por momentos el show se interrumpía, pero no por nada grave; los fanáticos estaban empecinados en darle aliento al Charly a través de los cantitos. Juanse de Ratones Paranoicos fue otro de los que tuvo el placer de interpretar en esta oportunidad “La sal no sala”.

Pero todavía había más; los rumores estaban más que a la vista y fueron con firmados cuando Fito Páez entró en escena con su piano para hacer “Desarma y sangra”. Entre aplausos y coros el final estaba por llegando, pero no sin antes darles otro gusto más: el cierre de lujo se dio con “Enti Leda” y la consagrada “Popotito” a puro pogo.  

Los agradecimientos de Charly se hicieron oír, pero más lo de los presentes… no cualquiera se planta dos horas a hacer lo que mejor sabe hacer y hacerlo tan bien.


Crónica y fotos: Nicolás Lopez Becerra

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