Las tragedias son inexplicables y altamente dolorosas, cuando la muerte tan ávida de luz llega y se lleva a tantos chicos no nos queda otra reflexión de asistir al cortejo del dolor de las familias y de los seres que perdieron a los suyos en ese infierno. Es irreparable la perdida y no tiene palabras para describirla, solo me resta acompañar a los que quedan en tierra con el vacío.
Por otra parte somos hijos del rigor y la figura de prevención esta muy devaluada en nuestra sociedad enferma de individualismo y el desinterés por el otro nos lleva a vivir en constante negligencia, desde cruzar una calle hasta manejar una maquina de cuetro ruedas que mata sin discriminación.
Las responsabilidades y culpas y figuras terrenales no nos van a devolver a esos pibes, por otra parte NO creo en la criminalidad de ninguno de los agentes involucrados.
Los Callejeros perdieron mucho y encima tienen que cargar el peso de la responsabilidad genocida que todos como sociedad le adjudicamos.
Omar Chaban puede haber sido un empresario cínico y frívolo en demasía, pero no creo que sea un asesino.
Anibal Ibarra y su falta de sangre para gobernar no merecía seguir a la cabeza de la ciudad mas importante de latinoamerica después de Rio de Janeiro.
Los inspectores, seres ladinos y de poca monta en todos los rubros son para mi uno de los grandes responsables de la falta de condiciones del lugar y sus peligros.
Como publico yo no he sido tan asiduo a bengalas y/o pirotecnia, pero es injusto negar que ayornaban decorosamente los conciertos de música popular de los 80 hasta esta parte.
Ezequiel Salanitro de Sikarios
#10añosdeCromañon
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