Cromañon marcó un antes y un después. No solo para el ambiente del rock sino para el país. Dejó en claro la ausencia del rol del Estado en cuanto al control que debió realizar, dejó en claro el descontrol que se venía dando en cuanto a cómo participaba la gente del hecho artístico. El costo fue enorme, desmesurado... que la concientización haya llegado luego de tamaño desastre es bochornoso para todos. No creo en la responsabilidad de los músicos en cuanto al deber de garantizar la seguridad de los asistentes. Si tengo en claro que nuestro mensaje tiene llegada en quienes nos siguen y que debimos ser prudentes en cuanto a cómo canalizar la energía y las demostraciones entre todos.


Tenemos una trayectoria atravesada por aquel nefasto 30 de diciembre. Hemos sido testigo de cómo se fueron dando las cosas, del cierre de muchos locales por los que transitamos. Y es alentador ver cómo pudimos mantener el rumbo, seguir tocando y avanzar sin perder de vista ese hecho. Aprendimos a escucharnos desde otro lugar, a vivir la música y respetar su protagonismo. Porque ella es la que prevalece, la que nos alimenta y nos enseña, con un poderoso baño de amor, a salir fortalecidos en las adversidades. Y la que nos eleva aún más en los momentos de profunda felicidad.


Hernán Saravia, cantante de Pampa Yakuza
#10añosdeCromañon

0 comentarios :

Publicar un comentario

 
Top